Rodrigo San Miguel (1,86, 34 años) vuelve a casa. Tras hacerse un hombre y un nombre en el baloncesto nacional el hijo pródigo del Doctor Azúa comandará la nave rojilla durante las 3 próximas temporadas.
El aficionado rojillo, como buen aragonés, cuando piensa en Rodrigo San Miguel le vienen a la cabeza sus carencias, sobretodo el tiro de 3, principal debe del zaragozano durante toda su carrera en vez de pensar en sus virtudes que, por otra parte, son muchas. No podemos olvidar que se trata de un jugador que lleva desde la temporada 2006/2007 de forma ininterrumpida en la ACB, a veces como director principal (Valladolid, Manresa, Tenerife) y otras con un rol de base suplente (Valencia) amén de ser seleccionado para las ventanas FIBA, campeón de la Basketball Champions League…..
¿Cómo ha jugador Rodrigo San Miguel en la temporada 2018/2019?
a) Tiro
Sí, es cierto que el tiro del base zaragozano no se encaja dentro de un jugador TOP en la categoría, pero en modo alguno podemos decir que Rodrigo no sepa tirar. En Liga Endesa su porcentaje de tiros de campo ha sido del 44% con un 39,1% en tiros de 3 anotando 1,34 tiros en 3,44 intentos por partido, el doble que su predecesor Bo McCalebb. Sí que es cierto que sus números en BCL han sido tan malos (27% en TC, 24% en triples) que terminan empañando su carta de tiro total durante los 61 partidos que disputó la pasada campaña incluyendo las ventanas FIBA.
De los 4,5 tiros que intentó por partido, 2,35 de ellos fueron punteados, acreditando un 36,4% de acierto mientras que 2,15 fueron liberados con un 38,1% de acierto.
Tiró principalmente desde dos situaciones: a partir del pick&roll aprovechando la defensa UNDER que le hacen los rivales (0,6 anotados/1,4 intentados por partido) o a partir del catch&shoot tras asistencia (0,6 tiros anotados/1,9 intentados por partido). Un dato muy importante: en Liga Endesa se fue hasta los 1,34 puntos por tiro por los 1,19 de Bo Mc Calebb.


b) Asistente
Rodrigo San Miguel es un base puro a la antigua usanza. De los que piensan más en el equipo que en sí mismos. Especialista en generar desde el pick&roll, el año pasado dió más de cinco asistencias en 21 de los 61 partidos disputados mientras que en 31 de los restantes asistió en dos o más ocasiones, datos solamente al alcance de los mejores asistentes de la Liga Endesa.
El jugador aragonés jugó 998 situaciones de bloqueo y continuación la pasada temporada.
- En 52 de ellas terminó el bloqueador (roller)
- En 90 terminó RSM
- En 168 terminó el hombre liberado (lado de ayuda).
Es decir, en 1 de cada 3 ocasiones que Rodrigo San Miguel jugó bloqueo y continuación la temporada pasada se terminó con tiro a canasta, siendo la gran mayoría de ellas asistencias al hombre liberado de la ayuda, lo que implica una gran lectura de juego.
En este sentido, el perfil de jugador de RSM es radicalmente opuesto a Bo Mc Calebb, un jugador que generaba la mayoría de sus asistencias a partir de situaciones de aclarado o eligiendo el lado contrario del bloqueo pero sin ser un generador a partir del bloqueo directo.

c) Defensor
Si por algo se caracteriza Rodrigo San Miguel es por la presión que ejerce sobre el balón, uno de los rasgos característicos de los equipos de Porfi Fisac, por lo que encajará perfectamente dentro de la filosofía de nuestro «coach». En la pasada temporada los «pares» de Rodrigo San Miguel se jugaron hasta 335 tiros con un 41% de acierto, un porcentaje muy bajo aunque con un uso muy alto (casi 6 tiros por partido) en gran manera debido a la estructura defensiva de Iberostar Tenerife.
A modo de resumen, Rodrigo San Miguel encaja como un guante dentro de la filosofía de Basket Zaragoza de run&gun gracias a su capacidad para correr las transiciones ofensivas. Su capacidad asistente será bienvenida tanto por los jugadores de perímetro con un buen porcentaje en situaciones de catch&shoot (Seibutis, Brussino) como por los interiores, quienes en esta pasada temporada no tuvieron un gran protagonismo en las situaciones de pick&roll. El único pero que se le puede poner a su contratación es la edad, no por los 34 años sino por la duración del contrato – 3 años- lo que puede ser arriesgado ante la lógica bajada de rendimiento que pueda tener conforme pasen los años.